domingo, 5 de abril de 2009

-Vamos, tómame.

Dijo ella con esa voz, esa voz y esa mirada a las que sabía que el no se podía resistir... El se quedó inmovil, congelado, sus cuerpo lo orillaba a responder a sus impulsos, más su cerebro le decía que no podía cometer el mismo error otra vez...

-Sabes que quieres, hazlo...

"¿Qué estás haciendo?, ¿Qué ganas con esto?" susurraba una voz en la cabeza de ella... En realidad no había respuesta para aquellas preguntas, no sabía porque estaba haciendo eso, no sabía que ganaba con seducirlo, en realidad tan solo perdía.
Pero ninguno de los dos podía resistirse al otro... Aunque sabían que todo eso no estaba bien, que era tan solo un error, que todo giraba en su contra, se necesitaban... se necesitaban mutuamente de una manera adictiva y enfermiza, eran una droga el uno para el otro que simplemente no podían dejar.
El seguía parado, observandola, aún sin moverse, sin haber decidido cual sería su siguiente movimiento. Ella, cansada de esperar, se acerco lentamente a el, acerco su rostro lentamente al suyo y se detuvo cuando sus labios estuvieron a unos pocos milimetros de distancia, espero unos segundos, sabía que eso lo hacía enloquecer... Luego lo beso lentamente, dejando que sus labios se redescubrieran poco a poco y después todo estallo, comenzaron a tocarse desesperadamente mientras sus respiraciones se aceleraban

-Simepre tú, tomando la iniciativa- Susurro el en su oido

-Pero a ti te encanta - Dijo ella

Y así continuaron, dandose lo que necesitaban con tanta desesperación, en la obsesiva adicción que tenían el uno por el otro... Y no pensaron en que todo era un error, no pensaron en lo mal que se sentirían después de hacerlo, no, no pensaron en nada, tan solo en sus cuerpos unidos en ese momento, en la pasión de aquel momento, en los gemidos del otro...

El despertó, algo desubicado... No, no había sido un sueño, había estado con ella otra vez, miro al otro lado de la cama, ella ya no estaba. Se sentó en la cama, ¿Porqué se había ido?, ella jamás hacía eso... Miró hacia todos lados, desconcertado, y cuando estaba a punto de levantarse ella llegó, ya estaba totalmente vestida, se paro al pie de la cama y lo miró fijamente, luego le sonrio, con la misma sonrisa de cuando la conocio...

-Me voy, me voy para nunca volver...

El la miró con aún más desconcierto, ¿Qué le estaba diciendo? Ella no se podía ir... Al ver su rostro ella se acerco y se sentó junto a el en la cama

-Sabes que es lo mejor, que es la unica manera

-Pero... Te amo...-Dijo el con un hilo de voz

-Yo también te amo… como nunca amaré a nadie- Respondió ella y le dio un beso de despedida para que sus labios se abrazaran por ultima vez, y se fue, mientras que el se quedó allí sentado en la cama lo que pareció una eternidad… Esperando, pero ella jamás regreso.

3 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Bueno que sepas que, aunque casi no me paso, me leo todo lo que escribes y me encanta mucho. Quizá me mareo un poco con tanta bajada y subida de letra, parecen montañas, pero no me importa. Eso le da originalidad.
    Y por eso mismo te espera un regalo en mi blog.
    Disfrútalo. ;)

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  2. Ayyy, no puedo creer que no haya firmado esto T_T
    yo ya lo había leído :( qué colgada que soy u.u está muuy lindo ♥ me encanta como redactás :) Y tengo una dudita, te llamas Mafer? o sea, es un nombre? o un apodo? no sé porque.. bueno, vos viste, vivimos en países diferentes y nunca había escuchado ese!
    En fin, que andés bien, corazón.
    Un beso grande ☺

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  3. hombre que a mi me encantan las lolitas, y nunca me ha importado que no me amen: va en contra de sus principios de libertad.
    ¡como no amarlas!

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