lunes, 20 de abril de 2009

¿Qué es la vida?, se preguntaba ella cada mañana... Vivía simplemente por el hecho de vivir, sin sentido, se encontraba sumida en un vacío existencial, veía la vida pasar ante sus ojos con indiferencia, sin ninguna ilusión y sin ningun propósito.
Despertó una mañana, no había razón alguna por la que esa mañana fuera especial, se preparó el desayuno y salió de casa, a caminar por las calles, buscando una razón, pero jamás imagino que en verdad la encontraría ese día.
Se sentó en el parque a observar a los niños jugar, a las personas reir, a la gente vivir... Y asi estaba ella observando, como siempre distante, como siempre fría; Y entonces ocurrió algo que hubiera podido parecer insignificante, pero cambió su vida para siempre. Un hombre se sentó junto a ella, nunca antes lo había visto, pero había algo muy familiar en su mirada, se presentaron sin razón alguna, solo por el presentimiento de que era su destino conocerse, hablaron durante horas, hablaron de todo y de nada. En sus ojos ella veía algo más, algo por lo cual valía la pena vivir, un lugar donde podía estar segura y perderse sin temores, al mirar sus ojos sabía que allí era el lugar donde debía estar.

4 comentarios:

  1. aaaai perdon me re colgue contestandote la pregunta del otro día D:
    vas a configuración, comentarios, y buscas la partecita que dice mensaje del formulario de comentarios, y ahí escribís lo que quieras :)

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  2. Y allí estuvieron, para siempre. Quien sabe, ¿tal vez el destino exista de verdad? ¿O son sólo imaginaciones del ser humano para culpar y premiar? Me gusta tu blog, te sigo :)

    Muases de una chica rara y sus sombreros ;)

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  3. Me parece tan encantador lo que escribiste. Es un relato que da esperazas por llamarlo a si. La vida, aunque sea dura nunca hay q darse por vencido, pues la vida continua, no lo crees?

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  4. Pues que ojalá te dejen un lugar acomodado dentro de ellos por mucho tiempo.
    Besos

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